Hace mucho, mucho tiempo, aún no existían los teléfonos y los ordenadores. Por eso se utilizaban conchas, cañas huecas de bambú y cuernos de animales para enviar mensajes. Gracias a un código de sonidos sabían perfectamente si amenazaba un peligro o si iba a hacer mal tiempo.Una de las disciplinas olímpicas de la antigua Grecia consistía en soplar con fuerza a través de un instrumento. El ganador era aquel al que se le oía desde más lejos. Pronto se dieron cuenta de que los instrumentos de viento metal eran los más fuertes, por eso, a menudo se utilizaban en el ejército.
Allá por el año 1.400, el hombre descubrió el modo de encorvar tubos de metal. De este modo, los instrumentos más largos se hicieron manejables.
El trombón se desarrolló al año 1.450 a partir de una trompeta de varas. Mediante dos tubos que encajaban el uno con el otro se podía alargar o acortar el instrumento. Esa misma vara es la que conocemos hoy en día.Al principio, se utilizaba el trombón en las iglesias junto al canto. En tiempos de Bethoveen se introdujo en la orquesta sinfónica. Actualmente se puede encontrar el trombón en casi todos los estilos musicales. También se hizo famoso gracias a su ejemplo el Jazz. Trombonistas como Glenn Miller y Tommy Dorsey popularizaron el trombón en EEUU.
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